Los edulcorantes artificiales, inventados para reducir el consumo de azúcar y llevar una vida más sana, podrían en realidad aumentar el riesgo a padecer diabetes, según un informe publicado en setiembre de 2015 por el Instituto de Ciencias Weizmann de Israel. Presentes en bebidas gaseosas, cereales y postres, los edulcorantes artificiales representan un enorme mercado alimenticio y son muy apreciados por las personas a dieta o que tienen problemas con el azúcar.
Los científicos del Instituto Weizmann, que publicaron su investigación en la Revista Nature en base a experimentos con ratones y seres humanos, descubrieron que los edulcorantes artificiales perturban la elaboración y las funciones de las bacterias intestinales y aceleran la intolerancia a la glucosa. «Los edulcorantes artificiales fueron creados con la intención de reducir la ingestión de calorías y normalizar los niveles de glucosa en la sangre sin perjudicar la inclinación humana por el sabor dulce (…). Los resultados sugieren que quizás hayan contribuido a reforzar exactamente la misma epidemia que debían combatir» señalaron.