La yerba dulce ( así la llamaban los indios guaraníes a la stevia) tiene el mismo centro de origen que la yerba mate (ilex paraguariensis), con cierta concentración al norte de Paraguay, en la zona de Caballero departamento de Amambay, en el límite con Brasil donde llueven 800 milímetros por año. Allí el clima es de características tropicales y los suelos son lateríticos.
La yerba dulce era conocida y utilizada por los indios y existen citas de los Jesuítas de las Misiones que describen como los nativos consumían una infusión amarga ( el mate) tanto fría como caliente y que eventualmente le agregaban una hierba dulce (Ka·áHe·é).
Pero recién en 1899 un botánico francés M.S. Bertoni la describe y clasifica, a partir de donde recibe el nombre científico de “ stevia rebaudiana”. En ese centro de origen existen alrededor de 200 especies de Stevia sp, pero la única que ha tomado importancia comercial es la S. rebaudiana doméstico hasta el año 1971, año en la cual Japón prohíbe la producción y consumo de ciclamato, por su efectos cancerígenos e inicia la búsqueda y desarrollo de sustitutos del ciclamato.
Así se interesa por la stevia, importó material – plantines – y comienza a probarla y adaptarla, desde donde se extiende a otros países de Asia, como Corea y China. Sin embargo el producto de las plantaciones de esa región, presenta bajo contenido de rebaudiósido – sustancia 25% mas edulcorante que el steviósido -, en cambio este último si presenta concentración normal.
Actualmente Asia produce más Stevia que América, no existiendo comercialmente en los otros tres continentes.
Brasil es hoy el principal productor americano con 1.200 hectáreas aproximadas, siguiéndole Paraguay con 700 hectáreas.